miércoles, 19 de marzo de 2014

Hace algunos años escribí una serie de relatos breves sobre diferentes lugares donde ligar y he decidido rehacer alguno de ellos para publicarlo en "Tejedora", el de hoy es sobre ligar en una cafetería y la protagonista de la historia es una cantante con un problema de hoja en blanco que encuentra la inspiración en un camarero, por cierto la letra es mía y la escribí hace algún tiempo para una historia diferente a esta.

En una cafetería
            Ese día me desperté extrañamente de buen humor, en mi fuero interno algo me decía que traería algo bueno.  Me desperecé, me encaminé a la ducha y al meterme empecé a cantar una canción de amor. Llevaba varios meses bloqueada, no había podido sacar un disco nuevo desde el éxito del último porque a mi Musa se le había dado por irse de vacaciones.
            Bajo el chorro de agua caliente empecé a cantar la nueva melodía.
           
Cuando siento que ya no estás.
       Pienso que la vida me robó está oportunidad.
Recuerdo tus caricias en mi pelo,
Escucho tus pasos en el silencio.
Cuando siento, que ya no estás…
Mi alma se parte, en mil y un lugar.

Lejos, pero cerca.
Cerca, pero lejos.
Un corazón roto y muchos silencios.
Lejos, pero cerca.
Cerca, pero lejos.
Guardo tu recuerdo y siento tu ausencia.
Amor… lejos, pero cerca.
           
A medida que el chorro de agua caliente descendía por mis brazos veía la melodía, descubrí sus colores brillantes e imaginé a mi banda tocando la canción. Salí de la ducha con la melodía terminada, la pasé a mi PC y como siempre me ocurría después de escribir una canción me dirigí a mi cafetería favorita para celebrarlo.         Entré exultante de buen humor y me dirigí a mi mesa favorita, al sentarme volteé la vista para ver si se encontraba también mi camarero en el lugar.
            Con un andar de gato él vino hacia mí y sentí como millones de mariposas se posaban en mi estómago.
Desamor y ausencia
Eso me dejaste
Desamor, soledad
Noches en blanco de tanto llorar
Desamor y ausencia
Eso me dejaste
Desamor, soledad
Noches en blanco de tanto llorar

            La canción salió de mi boca sin que me diera tiempo a cerrar el pico. El camarero me miró sonrojado y se dio la vuelta.
            - Espera. – Lo llamé. – No es lo que piensas... quiero decir... bueno, es que se me ocurre una canción y la empiezo a cantar. – Me disculpé.
            - Es hermosa. – Dijo él y se dio la vuelta para mirarme a los ojos.
Ante esa visión realmente sentí que había llegado a las mismísimas puertas del cielo o puede que a las del infierno porque un calor recorrió mi espina dorsal hasta que me dejó prácticamente exhausta. Era la primera vez que le ponía atención a sus ojos y me quedé sorprendida de la belleza que emanaba de ellos. Eran unos profundos, intensos y asombrosos ojos grises con matices dorados.
            - Tienes unos ojos muy bonitos. – Le dije avergonzada y él me sonrió.
            - Eso pienso yo de los tuyos. – El camarero me sonrió. – Son como zafiros o como el color del mar, además tienen ese brillo especial siempre y no sólo en tus conciertos.
             - ¿Me conoces?
            - ¿Y quién no?
            Eres Martina, líder y compositora de “Pegaso y Andrómeda”, el grupo que está de moda.
            - No es de buena educación que tú sepas mi nombre y yo ignore el tuyo, ¿cómo te llamas?
            - Lucas.
            - Es un placer.
            - El placer es mío. – Contestó él.
            - Me gustaría invitarte a mi estudio y cantarte la canción que me acabas de inspirar. – Sugerí y él me dedicó una hermosa sonrisa que me estremeció de la cabeza a los pies.
            - Entonces salgo ahora mismo. – El camarero me regaló una hermosa sonrisa y fue hacia la camarera. – Oye, hermanita ¿puedes cerrar tú cuando te vayas?
            - Claro que sí. – La muchacha sonrió a mi camarero.
            - De acuerdo. – Lucas y yo salimos de la cafetería y él me observó
            - ¿Siempre invitas a desconocidos a tu estudio?
            - Normalmente no, pero llevaba algún tiempo bloqueada y quería agradecerte que  me ayudaras con el bloqueo de la escritora.
           

            FIN

La Noche

El cielo se oscureció, el alma que vagaba por la casa permaneció en silencio viendo como el sol se apagaba. Mucho tiempo atrás los habitant...