domingo, 17 de julio de 2016

Hace mucho que no escribo nada en este blog, es una mala costumbre que voy a intentar corregir. A decir verdad, desde que tengo un nuevo trabajo me he quedado sin tiempo para casi nada. La mayor parte del día estoy trabajando y al llegar a casa me convierto en un zombie devora series. No obstante, esta semana voy a dejar un breve relato sobre la maternidad y he escogido a mi querida Ariel para el trabajo. Es algo sobre lo que llevo pensando algún tiempo, quiero embarazarla y se me ocurrió hacerlo en este relato breve, no voy a adelantar ni quién es el padre, ni en que momento de su vida ocurrirá, pero sí, en algún momento tengo intención de que mi querida detective torpe, Ariel Silva Kindelán, se convierta en mamá y por partida doble, va a tener gemelos, eso es un spoiler, pero no es de los grandes, la sorpresa será el papá y no, no se embarazará en el segundo libro, acaba de sufrir un "accidente laboral" y, por ahora, tiene secuelas.
MATERNIDAD 
Todo empezó de la manera más simple posible, escuchó a una mujer en el autobús hablando  de sus hijos, de las travesuras que había el más pequeño y de lo responsable que era el mayor. Sin poder evitarlo se acarició la barriga, sabía que no se notaba todavía, pero pronto lo haría y los antojos ya le estaban dando la lata.
Había aprendido desde muy pequeña que ser madre era uno de los sueños más importantes de su vida. Fue con el nacimiento de su hermana pequeña cuando comprendió la fragilidad y belleza de la vida. Sin pretenderlo se convirtió en una minimamá para Maya y siguió ejerciendo el papel durante toda su vida. Maya ya no necesitaba que la protegiera, se había casado con Miguel y eran felices. 
Observó a su alrededor, le daba miedo decirle que estaba embarazada. No tenía ni idea de cómo se lo tomaría, sobre todo porque ninguno había hablado del asunto en mucho tiempo, habían estado separados algún tiempo y el reencuentro había sido maravilloso. Habían vuelto a encontrar su ritmo tras la ausencia, se sentía segura y cómoda, pero no podía seguir ocultándole el embarazo. Era el padre y tenía derecho a saberlo.
Llegó a casa, abrió la puerta, caminó hacia su habitación, se descalzó y fue hacia la cocina. Él le había dicho que llegaría temprano, que se había tomado la tarde libre y ella estaba decidida a mimarlo. Era una rara ocasión que él desconectara del trabajo.
Empezó a cocinar su plato favorito al ritmo que cantaba su canción  y bailaba a su son. Por alguna razón se palpó la cicatriz, hacía mucho que no pensaba en ella. Pensó en lo rápido que ocurrían las cosas y en la cantidad de tiempo que necesitó para superar el trauma. 
Escuchó cómo abría la puerta con su llave y se quedó  quieta como un conejillo deslumbrado por las luces de un coche. Oyó cómo caminaba hacia el dormitorio que compartían y dejaba la ropa, el olor de él llenó la cocina y Ariel tuvo ganas de llorar. Todo era tan familiar en él y pronto habría una vida que dependería de ellos. Notó sus brazos rodeándola y se dejó mecer por él. 
Percibió cómo los músculos de él se tensaban, la conocía lo bastante para saber cuándo iba a decir algo que podría cambiarle la vida. 
Se giró y se perdió en sus hermosos ojos, tenía un par de canas nuevas en el pelo, pero seguía siendo el mismo de siempre. La misma sonrisa, la misma manera de mirarla como si todo lo demás hubiera desaparecido.
-¿Ocurre algo?-Preguntó con tono precavido.
-Tenemos que hablar.-Vio como palidecía y se sintió culpable. -No es lo que piensas, mi amor.-Con cuidado tomó su mano y la colocó sobre su abdomen.  
En un instante el rostro de él pasó del terror a la alegría, se agachó y besó el abdomen. 
Todos los temores de Ariel se evaporaron en un instante.
Sonrió, iba a ser mamá y no se podía imaginar a nadie mejor para ser el papá. 
FIN

Ahora, Arielitas, todos los que hayáis leído mi primera novela Ariel y el asesino de mujeres, podéis echaros a adivinar quién es el papá. Evidentemente es uno de los chicos de Ariel, pero, ¿será uno de los tres de siempre o habré convertido al gemelo en papá?¿será el desconocido nuevo personaje que aparecerá en la segunda obra al que he llamado Ricky? ¿O quizás es un extraño personaje que aparecerá poco a poco y robará el corazón de Ariel?
En fin, ya lo veremos, por ahora terminaré mi segunda novela y lo que surja a partir de ahí...
Hasta la próxima y espero actualizar más a menudo a partir de ahora.

La Noche

El cielo se oscureció, el alma que vagaba por la casa permaneció en silencio viendo como el sol se apagaba. Mucho tiempo atrás los habitant...