lunes, 12 de diciembre de 2016

Una reflexión política sobre Trump y el mundo.

Llevo meses sin publicar nada en este blog, así que hoy toca hablar de un tema que preocupa, y mucho, a todos los ciudadanos. No soy una persona que hable de política, me parece un tema sumamente aburrido y, además, al ser periodista trato de ser completamente neutral, sin apoyar a uno u otro partido, siendo lo más objetiva posible. Mas  me preocupa la situación en la que está el mundo, puesto que parece casi una broma pesada. Hace unos meses, ante la posibilidad de Donald Trump como Presidente de los Estados Unidos de América, se hacía un chiste sobre el fin del mundo si el citado empresario accedía al Gobierno del país más grande del mundo. Lo malo es que ese chiste se ha convertido en una realidad.
 Trump ganó y es Presidente de América.
 Con los últimos acontecimientos me preocupa nuestra sociedad, por la broma en la que se ha convertido. La gente esta harta, aburrida de políticos inútiles y se dedican a apoyar a aquellos políticos que les mienten mejor. No nos engañemos, absolutamente todos los políticos mienten, pero algunos lo hacen mejor que otros y por eso el mundo va como va. Me preocupa la incertidumbre con la que los ciudadanos nos enfrentamos a lo que está por venir, no nos engañemos, todos los grandes acontecimientos históricos que no se recuerdan precisamente por ser buenos para la sociedad empezaron con un grupo de personas decepcionadas a las que el listo de turno les prometió el oro y el moro. 
En una sociedad globalizada como la de hoy en día los hombres de a pie prefieren apoyar a políticos como Trump o Le Pen en lugar de adoptar las ideas modernas de Gandhi, Martin Luther King o el muy admirado premio nobel de la Paz Nelson Mandela. Parece absurdo que las ideas de estos personajes históricos sean más modernas que las de algunos políticos actuales, pero lo cierto es que nuestra sociedad está involucionando, regresando a los errores del pasado en lugar de buscar una mejora para el futuro.
Decía Mafalda en una de sus viñetas, paren el mundo, que me quiero bajar y hoy, más que nunca, desearía poder hacerlo.
Para concluir este chiste o broma pesada que es la sociedad actual voy a tirar de una cosa muy mía, muy gallega, la retranca. La retranca es una herramienta muy útil para enfrentarse al mal chiste de la realidad actual y por ello, me centraré en el aspecto "optimista" de que Trump sea Presidente de los EEUU. En corrupción, España está al mismo nivel que los EEUU. 
¡Tres hurras por España!
Honestamente, no sé que esperar del futuro, pero espero que no sea tan negro como empieza a vislumbrarse en el horizonte.

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