miércoles, 11 de febrero de 2015

Ángela

Hoy sigo publicando "Ángela", esta historia me gusta por varios motivos, como ya os dije el otro día, me recuerda mucho a la persona que solía ser cuando la escribía y me gusta recordarla porque era ingenua y tenía un millón de sueños y tonterías en la cabeza. Los sueños siguen ahí, las tonterías algunas han desaparecido y otras se han quedado, supongo que por más que maduremos siempre hay cosas que nos gustaría cambiar y que, sin embargo, no podemos hacerlo porque forman parte de nuestra esencia misma. Otra cosa que me encanta de esta novela es el hecho de que el escenario donde se desarrolla es mi pueblo, Pantín. Pantín es un paraíso que se encuentra en la costa gallega, al norte de Ferrol. Es un lugar increíble con unas hermosas vistas al mar y rodeado de montes cargados de verde. Es un lugar maravilloso para ir de vacaciones. Parece sacado de un cuento de hadas o de un libro de Tolkien, muchas veces cuando era pequeña me preguntaba si en los montes colindantes a mi casa me encontraría alguna hada o elfo. La verdad, nunca los he visto, pero no pierdo la esperanza ;)

Ángela
Al cabo de un tiempo, Niam se separó de Caleb.
- ¿Qué estamos haciendo?
Te vas a casar, Cal.
- ¡Mierda!
Yo te amo a ti, y te amaré siempre.
¿No lo ves? Tú eres la perfecta.
Estás hecha para mí, lo has estado desde el momento de tu nacimiento.
 Me perteneces y te pertenezco, nuestras vidas están atadas con un vínculo inquebrantable, tú no has sido feliz en tu matrimonio porque sabías  que debías estar conmigo.
- Ya es tarde para nosotros... Te casarás con Rocío.
- No voy a ser feliz.
- Lo serás.- Niam acarició el rostro de Caleb.- Porque te lo mereces.
No puedo reaparecer en tu vida y romper una relación estable, con planes de matrimonio.
No merezco que me perdones, amor mío, no después de lo que yo te hice. Te alejé de mi vida y no me importó romperte el corazón.
Además, no creo que lo nuestro funcionara. Mi corazón ya está roto.- Apoyó la mano de Caleb sobre su pecho.- Y el tuyo... está muy inmaduro.- Apoyó su mano en el pecho de él.
- De acuerdo. – La miró.- Si se rompe después del matrimonio con Rocío,  pegaremos los pedazos de nuestros corazones y serán de nuevo uno...
- Serás feliz con ella, te dará lo que yo no puedo.
- Te seguiré amando. Déjame que te recuerde siempre, como tú me dices a mí en “Recuerdos”.
- Siempre, te lo prometo.- Despeinó su cabello negro y le dedicó una sonrisa tierna.
- Al cabo de un rato empezaron con la entrevista.
Caleb observó detenidamente a Niam, se percató de que había mejorado mucho en ese mes que había pasado en Galicia. Hablaba con soltura, con seguridad, su voz delataba su felicidad.
 La misma que le había enamorado trece años atrás.
Sonrió, hacía más de cuatro años que Caleb no había visto a Niam tan llena de vida y de esperanza, contempló su orgullosa barriga de mamá, y de pronto comenzó a amar a la niña. Caleb se dio cuenta de que el bebe la llenaba de ánimos y pensó, que al menos, Ernesto había hecho una cosa bien en todos esos años.
Le había devuelto a Niam las ganas de luchar por algo.
Sintió ganas de llorar,  lo sabía, Niam, era la perfecta.
Pero supo que nunca podría alcanzarla.
Niam volaba más alto de lo que él en sus treinta y seis años de vida, estaba por encima de la sociedad en que vivían,  por encima del resto del mundo.
Su imaginación volaba muy alto y alcanzaba cotas que el resto de la gente nunca llegaría a ver.
            Por eso la amaba tanto, quería llegar al universo de ella.
            A ese mundo en el que Niam era tan feliz.
             La envidiaba, ella no jugaba con la hipocresía, su ingenuidad hacía que no pudiera soportar el dolor, a veces se escandalizaba por tonterías, como si la niña Niam no quisiera separarse de la mujer.
Niam, sin embargo, se sentía desgraciada por su peculiar carácter. Tenía que fingir quien no era durante veinticuatro horas al día, durante trescientos sesenta y cinco días al año y eso la llenaba de soledad.
Quería ser normal, no una idealista desilusionada de sus ilusiones.
Después de una hora de contemplarse y hacer la entrevista, ésta se terminó. Pero Niam no quería que así sucediera, quería retenerlo con ella y decirle que tampoco a ella le importaba Rocío si podía estar con él, pero se contuvo.
- Sabes, Cal, con esta entrevista tan larga me vas a convertir en la periodista más popular.
Me has dado dos exclusivas, tú que casi nunca hablas de nada.
- Quiero que asciendas rápido, y más por el bebé que está de camino.- Acarició su barriga.- Hola pequeña.- Se dirigió a Ángela.- Vas a ser tan fuerte y hermosa como tu mamá.- Caleb permaneció con la mano en el abdomen durante un rato y al punto sintió lo que le pareció un movimiento. – Creo que la niña me ha saludado.- Le sonrió.
 ¿Vendrás a la boda?
- Claro. No me perdería ni por todo el oro del mundo verte a ti en chaqué.


 Y como os he hablado del pedazo de paraíso que es mi pueblo, os pongo una foto de la playa para que veáis que no miento.  Hasta el próximo "Tejedora"

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